Dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 5 h
Tiempo de cocinado:
30 min
Tiempo total:
5 h 30 min
La leche frita es un dulce típico de Semana Santa. Es un postre calórico, por lo que no conviene abusar, pero están taaaaaan ricas que es difícil comer sólo una jajaja. Y si no, que se lo digan a mis hijos, se pusieron morados.
Espero que os gusten y que las hagáis, que ahora con los peques en casa de vacaciones tenéis ayudantes, para hacerlas y comerlas jejeje.
Ingredientes
Instrucciones
- Con ayuda de un mortero machacamos el cardamomo, lo echamos en un cazo con la leche y el resto de ingredientes menos la harina, las yemas y la mantequilla.
- Ponemos a fuego suave, dejamos que la leche coja temperatura y apagamos el fuego, tapamos y dejamos infusionar una hora u hora y media, así la leche cogerá un rico sabor.
- Pasado el tiempo colamos la leche y la volvemos a echar al cazo. En un cuenco mezclamos los huevos con la maicena junto con un poco de la leche que teníamos reservada, con ayuda de una varilla removemos hasta que esté todo integrado.
- Ponemos al fuego medio, añadimos la mantequilla y dejamos que espese, hay que remover constantemente, así evitamos grumos y que se pegue al fondo. Tarda un pelín en espesar, pero cuando lo hace es de golpe, así que a mover con energía, y retiramos del fuego.
- Preparamos un recipiente rectangular y con profundidad, ponemos un poco de film transparente en el fondo, volcamos la mezcla y tapamos con otro trozo de film transparente. Llevamos a la nevera por cuatro o cinco horas.
- Batimos las claras junto al huevo y reservamos. Transcurrido el tiempo sacamos la masa de la bandeja, la cortamos en cuadraditos, los pasamos por almidón de maíz, por las claras que teníamos reservadas. Freímos en aceite de girasol, las sacamos, ponemos sobre papel de cocina y pasamos por una mezcla de azúcar y canela. Dejamos atemperar y a comer.