Este bizcocho de crema pastelera y manzana es una receta de aprovechamiento.
El otro día hice crema pastelera para otra elaboración y sobró, así que la guardé en un táper en la nevera. Mi hijo la encontró y me preguntó que si la se la podía comer así a cucharadas, es que le encanta, obviamente le dije que no, y la volvió a guardar. Tenía que hacer algo con ella si no quería que se la comiera de una sentada.
Así que decidí hacer un bizcocho, y qué mejor pareja para la crema pastelara que unas manzanas.
Pues dicho y hecho, y el resultado es un bizcocho jugoso, muy rico de sabor y que no se desmorona nada.
Aguanta perfectamente unos tres días máximo, siempre guardado en un táper bien cerrado que no le entre aire, y envuelto con el papel de horneado. Yo tengo una caja especial para guardar bizcochos rectangulares. Y sin más dilación vamos con la receta.
Ingredientes
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Bizcocho
- Crema pastelera
Instrucciones
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Bizcocho
- Pelamos y troceamos las manzanas en cubitos pequeños, las reservamos tapadas para que no se oxiden.
- En la amasadora echamos el resto de ingredientes, dejamos un par de minutos para que se mezcle todo bien y el psyllium haga su función.
- Incorporamos los trozos de manzana a la preparación anterior, y con ayuda de una lengua mezclamos bien para que queden bien repartidos por toda la masa.
- Forramos con papel de horno un molde de plum cake, así nos aseguramos bien de que no se pega. Metemos al horno precalentado a 180 grados. Así lo tendremos unos 25 minutos, después lo tapamos con papel de aluminio y seguimos horneando a 170 grados unos 15 minutos más. Para comprobar que está hecho introducimos un palo de brocheta y si sale limpio está hecho, si sale sucio hay que dejarlo un pelín más.
- Sacamos del horno, dejamos atemperar, desmoldamos y lo ponemos sobre una rejilla para que termine de enfriar y listo para comer. Crema pastelera
- Echamos todos los ingredientes en un cazo pequeño, lo pasamos por la batidora para que se mezcle bien todo y no haya grumos.
- Ponemos al fuego a media temperatura, removemos con las varillas para evitar que salgan grumos y se pegue al fondo. Después de un ratín espesará de repente, debemos remover enérgicamente para que nos quede una crema fina.
- Con ayuda de una lengua volcamos en un recipiente, tapamos con film transparente pegado a la crema, porque si no se reseca la parte de arriba y de esta manera se evita la costra. Dejamos en la nevera para que se enfríe antes de utilizarla y listo.